Retiro de práctica en «Las Brujas»: dos días a puro Taijiquan (y Qigong)

octubre 21, 2011 by

Motivo del encuentro

Del 23 al 25 de setiembre se llevó a cabo el Primer Retiro de Práctica de Taijiquan, organizado por la Escuela de Taijiquan Dongfangzhu (Bambú del Este), de la que soy alumna.

Esta actividad estuvo a cargo de los tres instructores de la Escuela: Leonardo Ratto, Loreley González y Víctor Pagani, quienes además de tener larga experiencia en la materia, desde el año pasado están profundizando sus conocimientos y práctica con el Maestro Yang Jun (5ta. Generación de maestros de la Familia Yang) y con la instructora Angela Soci, Directora para América Latina de la International Yang Family Tai Chi Chuan Association.

Cómo funcionamos

El lugar elegido para este primer retiro de la Escuela fueron las instalaciones de EMAUS, en el paraje Las Brujas, departamento de Canelones, lo que resultó una excelente elección, tanto por su ubicación -cercanía y fácil acceso- así como por sus cómodas y espaciosas instalaciones, rodeadas de un entorno natural muy acogedor.

La mayoría de los participantes llegamos el viernes en la tardecita, para instalarnos, compartir la cena y ponernos al tanto del programa de actividades y la forma en que nos organizaríamos para la convivencia.

Si bien el programa de actividades me pareció un tanto ambicioso en relación al tiempo con que contábamos, su puesta en práctica demostraría lo contrario.

Así fue que a partir del sábado por la mañana temprano, luego de sumarse algunos compañeros acabados de llegar y con un clima maravilloso, que nos acompañó durante los dos días de retiro, comenzamos las actividades organizados en tres grupos -cada uno a cargo de un instructor- integrados de acuerdo al nivel de práctica de sus participantes.

Las actividades

Alternando prácticas de Qigong (Chi Kung) (con las que además comenzamos nuestras mañanas), Forma de 103, Tui Shou (empuje de manos) y clases teóricas, tuvimos la oportunidad de revisar errores y aciertos en la ejecución, plantear dudas, intercambiar conocimientos y compartir experiencias.

La dedicada, paciente y, prácticamente permanente, supervisión de los instructores, permitió ir viendo paso a paso los principios posturales y conceptuales de cada propuesta, haciendo énfasis en el sentido, la intención y el objetivo, más allá -y como fundamento mismo- de la ejecución de cada movimiento, postura o intervalo de transición.

Esta intensa actividad contó también con merecidos y bien ganados, espacios de descanso, esparcimiento y diversión, entre caminatas, ruedas de mate, lectura de material bibliográfico brindado en préstamo, cine de sábado por la noche y una propuesta gastronómica muy variada que, gracias a la modalidad de “autoservicio” nos permitió compartir riquísimos platos armados a la medida y el gusto de cada comensal.

Tampoco faltó la oportunidad de evaluar la propuesta, opinar y hacer sugerencias, mediante el llenado de un formulario repartido para tal propósito, así como durante la reunión final llevada a cabo el domingo antes de emprender el regreso.

Ultimo comentario

Nada de esto hubiera sido posible sin el amoroso cuidado puesto por los organizadores de este retiro. Desde las prácticas y sus contenidos, pasando por el detalle de la estufa a leña encendida en cada habitación, el exquisito pan hecho por Víctor y la selección de cine, hasta el armado de los grupos sopesando cada uno de sus integrantes, todo fue, seguramente, planificado y puesto en práctica como una forma más de difundir aquello que generosamente predican en su práctica cotidiana.

Sin lugar a dudas valió la pena y ya estamos preparándonos para el próximo.

Mónica Coll

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La aventura paulista (2): curso de perfeccionamiento en «O Jardim do Dharma»

septiembre 4, 2011 by

Luego del primer contacto con la Yang Family, establecido cuando asistimos al Seminario del Maestro Yang Jun en Sao Paulo; fuimos invitados a asistir a un curso de perfeccionamiento de la Forma Tradicional que se desarrolló durante 2 semanas en febrero de 2011.

El objetivo del mismo fue ampliar contactos con instructores de toda Latinoamérica y perfeccionar practicantes para la correcta difusión del Estilo Yang Tradicional.

Desde Uruguay asistimos al curso tres instructores, Leonardo Ratto, Loreley Gonzalez y yo, quienes compartimos el curso con cuatro venezolanos y dos peruanos.

Entrada del Jardim do Dharma

El curso se desarrolló en las afueras de Sao Paulo, cerca de la localidad de Embú, en el Jardim do Dharma, que cumple la doble función de centro de instrucción intensiva de la Sociedad Brasilera de Tai Chi Chuan y lugar de retiros para prácticas de Budismo Tibetano.

La llegada…

El lugar ubicado en la Mata Atlántica entre las sierras que rodean Sao Paulo, posee todo lo necesario para dedicarse a una práctica intensa sin tener que preocuparse de otra cosa.

Por la noche y luego de cenar temprano, solíamos ver algún video o película relacionados con la materia; a veces también realizábamos alguna tarea específica,relacionada al trabajo realizado durante el día.

Práctica al aire libre

Junto con los instructores de la SBTCC (I)

Los dos fines de semana que estuvimos, compartimos algunas actividades con grupos de más de treinta instructores brasileros que participaban de jornadas mensuales de perfeccionamiento, así como clases teórico-prácticas dictadas por el Profesor Roque Severino.

Las prácticas mayormente estuvieron a cargo de Angela Soci con la ayuda de Paula Faro.

Junto con los instructores de la SBTCC (II)

En el curso nos encontramos con un nivel de exigencia muy alto y un gran rigor en las correcciones tanto de los movimientos, como de las posturas y las transiciones.

Hay que destacar el profesionalismo y el amor por la tarea de los instructores y sobre todo de Ángela, cuya sabiduría le permite exigir con rigor pero de acuerdo al nivel de cada individuo.

Cabe destacar también el trato recibido, de una calidez humana excepcional, en un ambiente a la vez exigente y distendido cargado de buen humor y amabilidad.

El grupo de extranjeros junto con la Profesora Angela Soci

La comida sin ser lujosa era abundante, variada y de muy buena calidad preparada por Diva, una cocinera maravillosa. Las habitaciones cómodas y el lugar realmente paradisíaco.

En lo personal, más allá de los profundos sentimientos de amistad y camaradería que generó la convivencia estrecha, tanto con los instructores como con los compañeros que participaron del curso; siento que mi entendimiento del Tai Ji Quan sufrió un cambio cualitativo importante (cuando hablo de entendimiento me refiero no solo a mi mente, también a aspectos corporales y energéticos). Un cambio profundo que tal vez en otras condiciones hubiera requerido mucho tiempo.

Entonces, a seguir profundizando los lazos y que más practicantes puedan participar de este tipo de experiencias tan satisfactorias como enriquecedoras tanto para nuestra práctica personal como para la difusión del Tai Ji Quan en nuestro medio.

¡A no perdérselo!

Víctor Pagani

La aventura paulista (1): primeros uruguayos con el Maestro Yang Jun

agosto 24, 2011 by

Maestro Yang Jun

Para quienes tenemos nuestros pies colocados de modo irreversible en el camino del Taijiquan, la posibilidad de recibir enseñanzas directas de un verdadero Maestro de este arte, es algo invalorable. Más aún si dicho Maestro es a su vez, el heredero de alguno de los linajes originales de los Estilos Tradicionales.

Por esto, cuando recibimos la noticia de que el Maestro Yang Jun, 5° generación de Maestros de la Familia Yang y detentor actual del linaje de la misma, dictaría seminarios en Sao Paulo en el mes de octubre (2010), supimos que no era una oportunidad para dejar pasar.

Víctor y yo en la conferencia inaugural

Es así que nos comunicamos con la SBTCC, organizadora del evento, y al cabo de unos meses de preparativos (no sin cierto esfuerzo, y gracias a la inestimable colaboración de alumnos y amigos) desembarcamos en Sao Paulo.

SESC Pompeia, lugar del seminario

Luego de algunas peripecias que no detallaré (las anécdotas de viaje suelen ser más entretenidas para quien las cuenta que para quien las oye), nos alojamos en un pequeño hotel céntrico y nos dirigimos a la conferencia inaugural.

Allí tuvimos nuestro primer encuentro “en vivo y en directo” con el Maestro Yang, quien se dedicó durante las dos horas y pico que duró la misma, a contestar con paciencia y minuciosidad las preguntas que le fueron formulando los presentes. Ya en ese momento nos llamó la atención gratamente, la sencillez con que se mostró ante público, así como su esfuerzo por explicarse de un modo claro y comprensible por todos los presentes, características que permanecieron incambiadas durante toda la duración de los seminarios.

Pero sabíamos que el “verdadero baile” comenzaría al otro día, y no nos equivocamos.

Exhibición a cargo de instructores de la SBTCC

La práctica de los siguientes cuatro días fue intensa y enriquecedora.

El Maestro Yang nos fue guiando por las distintas figuras de las Formas de 103 Movimientos y Sable con paciencia y meticulosidad , haciendo énfasis en los fundamentos posturales del estilo, explicando los puntos cruciales y repitiendo una y otra vez los detalles a atender durante la ejecución de las posturas, siempre amable, siempre de buen ánimo, siempre paciente.

El trabajo era matizado por algunas pausas donde el Maestro aclaraba dudas de los presentes relacionadas con lo practicado, o daba información referente a la cultura china y a la historia de su familia, con el fin de ayudar a un mejor comprensión de los conceptos expuestos.

Entrega de certificados

Un capítulo aparte merece la excelente organización del evento, incluyendo en esto el incansable trabajo de Paula (¿qué habríamos hecho sin ti?), quien se encargó de hacer todo lo posible para que los extranjeros nos encontráramos a gusto, y a la solícita atención de los Directores de la SBTCC, Profesores Angela Soci y Roque Severino, quienes a pesar de sus múltiples obligaciones durante el seminario, siempre estuvieron atentos a que nuestras necesidades estuvieran cubiertas.

De paseo por el barrio chino con nuestro amigo Alexis (Colombia)

Merced a esto es que los participantes extranjeros tuvimos la grata sorpresa de disfrutar una cena “fuera de programa” con el Maestro Yang Jun.

En la misma se mostró interesado en la situación del Taijiquan en nuestros respectivos países y nos expresó su deseo de que este arte (especialmente el Estilo Yang) se difundiera por el mundo de un modo amplio y serio, alentándonos a que siguiéramos trabajando en este sentido.

Cena con el Maestro

Huelga decir lo trascendente que fue para nosotros este encuentro, así como todo el conjunto de los seminarios.

En este camino, a veces tan arduo y solitario, que es el Taijiquan, estos eventos son “aire fresco”, que renueva y refresca los ánimos para seguir adelante.

Continuaremos participando, si El Cielo así lo dispone, de los mismos (el Maestro Yang visita Sao Paulo una vez al año), de hecho, esperamos con ansia el próximo, pero sin duda, éste, el primero, quedará por siempre atesorado en un lugar muy especial de nuestro corazón.

Leonardo Ratto

Vivencias de un curso con la Profesora Angela Soci

agosto 19, 2011 by

Los días 27, 28, 29 y 30 de junio se realizó un curso de Taijiquan a cargo de Angela Soci, directora para Latinoamérica de la International Yang Family Tai Chi Chuan Association, que bajo la dirección del maestro Yang Jun tiene como objetivo transmitir fielmente el estilo Yang familiar.

Las tres primeras jornadas estuvieron dedicados al perfeccionamiento de la primera parte de la forma larga de 103 movimientos, con diversos ejercicios de calentamiento previo, así como ejercicios de Qigong, tanto estáticos como dinámicos. Y el último día fue el seminario sobre Tui Shou (empuje de manos).

La simpleza y la alegría de Angela, su soltura imponiendo la disciplina tan necesaria en la práctica, hicieron que las horas en el salón pasaran rápido y que nos fuéramos sintiendo que habíamos trabajado en serio.

El primer día, después de guiar un calentamiento y observar cómo ejecutábamos parte de la forma – y de alentarnos por la buena base que demostrábamos tener–, comenzó a mostrar y dar directivas para cada uno de los movimientos de la misma y sobre el pasaje de un movimiento a otro. Dio indicaciones externas e internas (que, naturalmente, están íntimamente relacionadas) , para lograr la postura correcta. Por ejemplo, explicó con claridad el sentido de cada movimiento y, según su intención, donde está el punto de energía, poniendo énfasis en la presencia, el estar ahí atento, haciendo todo con la intención necesaria,  buscando esa sensación que solo es posible si relajamos nuestra mente y si nos desprendemos de las tensiones corporales innecesarias en cada momento.

Así, en ese primer encuentro nos fuimos con buena parte del primer ciclo de la forma trabajado en detalle.

El segundo día habló sobre los principios básicos del Taichichuan y concienzudamente buscamos aplicarlos en la práctica.

Asimismo, esa tarde terminamos de ver la primera parte de la forma, estudiando los movimientos restantes con tanta minuciosidad como lo habíamos hecho el día anterior. Tengo la sensación de que ese día repetimos la forma mil veces y no entiendo cómo en ese tiempo acotado pudimos hacer tanto.

El tercer día, el último dedicado a la forma, hizo una especie de resumen de todo lo trabajado en los días anteriores, recordando lo principal a tener en cuenta en los ejercicios de calentamiento y de Qigong, y por supuesto en todo lo relativo a la forma. Quiero agregar que en mi caso sus indicaciones referidas a las sensaciones internas de los principios del Taijiquan fueron sumamente esclarecedoras, y el hecho de que las fuera puntualizando todo a lo largo del seminario me ayuda a integrarlas en la práctica de este estilo en particular. Me queda la sensación de permitirme espacios internos nuevos, de evitar apretarme y de airear todo mi cuerpo, en especial las articulaciones. De crecer en mi espacio y así ocupar de una manera distinta el espacio circundante.

Con respecto al seminario sobre Tui Shou, fue breve y trabajamos lo básico del empuje de manos.

Fueron explicados los principios fundamentales de ésta práctica. Tal como en la forma, todo el cuerpo se mueve coordinada y armoniosamente, la cintura, el brazo y la mano girando en sintonía para desviar el empuje del otro, o bien al empujar y al tener que adaptarnos al desvío que nos plantea el compañero.

Practicamos empuje dirigido al pecho, en un movimiento circular horizontal; empuje arriba y abajo, a la cabeza y al vientre, haciendo un círculo vertical, y en “ocho”, movimiento que en mi caso hubiera sido necesario otro día de práctica como para poder ahora decir algo. Lamentablemente, se acababa el tiempo y Angela debía regresar a Brasil.

Volviendo otra vez a mi vivencia particular, fueron reveladoras sus indicaciones sobre cómo terminar mi empuje. Naturalmente a la defensiva, dadas mis características, al terminar mi empuje me tenso por el “ataque” que ahora se me viene con el empuje del otro. Cuando practiqué con ella volvió a decirme que al terminar el empuje hay que buscar conscientemente colocar la mano de forma de que se pueda completar el círculo. Fue increíble, buena parte del miedo de que me alcancen en el empuje, de sentirme vulnerable, no sé adónde fue a parar y la energía tantas veces puesta en defenderme pasó a buscar construir la dinámica del empuje y el desvío, a vivir la alternancia del yang y el yin.

Al final hubo un tiempo para preguntas, y terminamos conversando largo y tendido sobre diversos temas relativos a la práctica y a las distintas actividades de la escuela del maestro Yang Jun.

Inés Casamayou.

Breves reflexiones sobre la actitud ante la práctica

enero 25, 2011 by

Un alumno nuevo que llegó con una alta carga de ansiedad me llevó a las siguientes reflexiones sobre algunos aspectos de la práctica de Taijiquan, y pienso que ellas pueden ayudar a incorporar los contenidos de esta disciplina, especialmente para quienes se inician.

En concreto, este alumno me pedía que lo corrigiera más cuando realizaba ejercicios en los que se trabaja respiración y movimiento de energía. Éstos tienen como objetivo concentrarse en el aquí y el ahora, tomar plena conciencia de lo que ocurre en nuestro interior. Este alumno sentía que lo llevaban a “volar”, y me pedía que lo ayudara, mediante las correcciones, a bajar a tierra. Sin embargo, cuando le propuse un ejercicio sencillo a realizar a diario –para así poder corregirlo–, me contestó que no tenía tiempo para practicar porque era una persona sumamente ocupada.

Hasta aquí la anécdota, la base de estas reflexiones.

El stress, mal de nuestros tiempos.

Es contradictorio, pero cuando necesitamos bajar la ansiedad es frecuente el rechazo a lo que nos haría bien.

Así mucha gente acude a las clases de Taijiquan porque escuchó que su práctica es beneficiosa ante problemas de ansiedad o estrés. Sin embargo, al encontrarse frente una serie de ejercicios a realizar con cierta lentitud, manifiestan que no es para ellos, que necesitan descargar más energía. Parecen no darse cuenta ni saber que justamente la principal consecuencia del estrés es un desgaste de energía que es perjudicial a la salud.

Entonces como primer punto, es necesaria la paciencia. Si en los primeros tiempos de práctica venimos muy estresados o ansiosos, podemos generar un rechazo a la sensación de bienestar. Pero de persistir practicando, esa situación no va a demorar en cambiar.

Por otra parte es bueno volver a aclarar que consideramos que los beneficios a la salud que ofrece la práctica del Taijiquan no constituyen un objetivo en sí mismo, sino son consecuencia natural de la práctica.

En segundo lugar, hay que practicar aunque más no sea quince minutos al día, todos los días.

La práctica diaria es lo que aporta salud y longevidad

De nada sirve asistir a clase una o dos veces a la semana, donde se trabaja en pos de una relajación profunda, si luego vivimos corriendo y nos olvidamos de que ese mundo existe. En la clase siguiente tendré que recomenzar de cero. El Taijiquan es una práctica de apariencia suave y de resultados muy profundos cuando se es constante en el trabajo.

En el mismo sentido, es importante comenzar a aplicar en la vida cotidiana diversas herramientas que nos son útiles para la práctica. Sobre todo mantener una actitud atenta y relajada, controlar nuestra postura, siempre tratando de disolver las tensiones, y poner atención a que nuestra reacción a los estímulos exteriores sea lo más armoniosa posible.

En tanto arte marcial, comparte con otras disciplinas como uno de los principales objetivos lograr un crecimiento interior que nos permita mejorar nuestra capacidad de adaptación al medio en que vivimos.

Otro punto importante, debemos buscar una actitud de serenidad en la práctica, no importa cuánto tiempo se le dedique. Mejor poco pero de calidad, y no mucho y a las corridas. Cualquier ejercicio, por sencillo que sea, si lo realizamos diariamente y en la actitud correcta, aportará a mejorar nuestra práctica, y por ende nuestra salud. Lo mismo se aplica a las pretensiones; no por aprender muchos ejercicios, técnicas y estilos rápidamente vamos a lograr más beneficios. En la práctica lo importante es poder profundizar en el contenido de lo que paulatinamente vamos asimilando.

Finalmente, mirando mi experiencia a lo largo de algunos años de práctica, considero que el mejor rédito se logra al dejar de lado las expectativas de éxito a corto plazo. Me llevó algunos años comprender que el Taijiquan es un raro tesoro a descubrir poco a poco. Una especie de tesoro arqueológico; no se puede desenterrar con una pala mecánica, hay que ir descubriéndolo con mucha paciencia. Y lo maravilloso de este tesoro es que cuantas más piezas desenterramos y vamos uniendo para armar el rompecabezas, más cosas nos damos cuenta que hay por descubrir.

Víctor Pagani

Yi: el poder de la intención

noviembre 11, 2009 by

Uno de los diez principios del Taijiquan, dictados por Yang Cheng Fu a Chen Wei Ming, es «Usar Yi y no Li», o bien «Usar la mente y no la fuerza».

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Yang Cheng Fu, padre del estilo Yang tal como lo conocemos.

Además de este texto, un sinnúmero de tratados clásicos acerca de este arte nos hablan de la importancia de «Yi» para la práctica, y básicamente podrían resumirse en el siguiente aforismo: «Yi mueve a Qi (energía) y Qi mueve al cuerpo».

Como siempre que se pasa un texto del idioma chino al español, la falta de equivalencia semántica entre los ideogramas y las palabras nos plantea una barrera que impide la traducción literal de los términos. En algunos casos («Li» y «Qi», por ejemplo), esto no afecta particularmente la comprensión de los textos originales, pero en el de «Yi», se presta para severas confusiones que exigen que expliquemos algunas cosas.

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Yi

Si realizamos un brevísimo estudio del ideograma «Yi», veremos que representa «la palabra del corazón» o bien «la expresión del corazón». Esto nos habla de una mente ligada a la acción y no al razonamiento, o al decir de Víctor Becerril Montekío es «el deseo, objetivo, finalidad, idea, opinión, orientación del pensamiento»(1). Nuestra idea occidental de mente, en cambio, está estrechamente ligada a la entelequia, a la elucubración mental. Esta distinción, que puede parecer un detalle menor, es fundamental para la comprensión y, sobre todo, para la utilización de «Yi».

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«El Pensador», estereotipo occidental de la actividad mental

Para que «Yi» se manifieste no basta con «pensar», es necesario que el pensamiento sea seguro, enfocado y asertivo.

Por lo antes dicho es que considero preferible traducir «Yi» como «intención», o según las palabras del Maestro Liu Pai Lin «intención sincera del corazón». De este modo queda especificada la necesidad de foco, de concentración de la mente, pero también el hecho de que la misma no puede contradecir los deseos y sentires del individuo. Vale decir, el pensar y el sentir deben unificarse en la acción. Esto, para nosotros, hombres occidentales modernos, con nuestras mentes vagando perdidas entre preocupaciones y pensamientos, y a quienes el inmenso ruido (interno y externo) casi no nos permite oír nuestro propios sentimientos y necesidades, suele resultarnos sumamente difícil.

Entonces, ante estas dificultades, ¿cómo usar Yi? Afortunadamente existen algunos métodos, algunas herramientas que nos permiten enfocar nuestro pensamiento de modo que Yi se exprese. Los dos principales son el traslado de la atención y la visualización.

Trasladar la atención consiste en concentrar la mente en un lugar determinado (una zona del cuerpo, o eventualmente fuera del mismo). La visualización en cambio usa elementos de nuestras vivencias cotidianas para ayudar a nuestra mente a controlar elementos más sutiles sobre los cuales no solemos tener control conciente. Todo el tiempo en la práctica de

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Raíces en los pies, visualización clásica del Taijiquan

Taijiquan usamos imágenes tales como estar suspendido desde la cima de la cabeza, tener raíces en los pies o imaginar el aire entrando y saliendo del vientre. Dichas imágenes ayudan a enfocar la mente, a afinar nuestro Yi, y son necesarias sobre todo en cuestiones que por ser ajenas a la realidad palpable, son difíciles de conceptuar (por ej: el flujo de Qi en el cuerpo).

Obviamente, para cualquiera de los métodos antes dichos es necesaria (al menos al comienzo) la orientación de un instructor que nos especifique en los diferentes ejercicios o técnicas qué y cómo visualizar y/o dónde trasladar la mente. Con el tiempo el practicante podrá desarrollar sus propias imágenes y, eventualmente, cuando su Yi esté lo suficientemente desarrollado, prescindir de dichos métodos.

Por otra parte, cabe hacer algunas precisiones respecto a la visualización, para evitar malos entendidos. Visualizar no es meramente imaginar o pensar. Es necesario creer en lo que se visualiza, aceptarlo como una realidad fuera de dudas, de otro modo la mente está dividida y el Yi es débil. Por otro lado, no cualquier visualización trabaja el Yi. Imágenes como “estar en un prado frente a un río” o similares ayudan a relajar la mente y el cuerpo, pero no aportan nada al trabajo de la intención, incluso pueden favorecer la dispersión del pensamiento en lugar de su concentración.

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Las proezas de los maestros de Taijiquan se deben en gran medida a la claridad y fuerza de su «intención»

Taijiquan implica necesariamente uso de la energía interna, y para esto es indispensable el adecuado uso de Yi, esto no debe nunca olvidarse. La diferencia entre una técnica realizada “con el cuerpo” solamente y una acompañada por un correcto “enfoque” de nuestro Yi suele ser muy grande, tanto en efectividad y potencia como en comodidad de quien la ejecuta.

Por último, recuerden, si bien este «entrenamiento mental» del  Taijiquan puede resultar dificultoso y hasta molesto al principio, sobre todo para quienes busquen usar la práctica para «descansar la mente» luego de un día de preocupaciones, es indispensable para progresar en el arte. Como en cualquier ejercicio, las dificultades iniciales se irán disipando con el tiempo, si se tiene constancia y perseverancia.

Leonardo Ratto

NOTAS:

(1) – «El Dao en acción», ediciones «Árbol editorial», 1992, pág. 67.

Hacia una visión integral del Tui Shou

septiembre 29, 2009 by

Como es bien sabido el Tui Shou o “empuje de manos” forma parte del entrenamiento del Taijiquan desde sus orígenes, independientemente de la escuela o estilo que se practique. De hecho, todos los textos antiguos sobre este arte hacen referencia explícita a dicha área de la práctica, cuando no se centran directamente en ella.

Ilustraciones Tui Shou Sin embargo, es relativamente común en la actualidad, encontrarse con practicantes avanzados, e incluso instructores, que no sólo no practican, si no que desconocen los aspectos más básicos del empuje de manos. Curioso resulta que cuando se les pregunta acerca del por qué, la respuesta más común es: “No, a mí la parte marcial no me interesa”.

Dejando de lado el menosprecio por el aspecto marcial en sí (tema que trataremos en otra ocasión), el circunscribir el Tui Shou a esta área es un error conceptual importante. El Taijiquan es un todo integrado, en el cual cada parte refuerza y refleja al resto, por lo cual cualquier subdivisión de su práctica que se efectúe (qigong, forma, tui shou, meditación, etc.) debe necesariamente contemplar todas las finalidades de la misma (terapéutica, marcial, espiritual, etc.). Si bien es cierto que el trabajo marcial del Taijiquan comienza con el Tui Shou, no es menos cierto que los restantes aspectos del arte también se expresan en el mismo.

Tui Shou, interacción dinámica entre Yin y Yang.

Tui Shou, interacción dinámica entre Yin y Yang

Más allá de ésto, el empuje de manos tiene algunas características que lo hacen sumamente útil (por no decir insustituible) como ayuda para la profundización de la práctica.

Por muy autocrítico que uno sea, su capacidad de auto-observación siempre es limitada y subjetiva. Muchas veces cometemos errores que, por estar muy arraigados o por ser muy sutiles, no podemos percibir por nosotros mismos y que incluso las indicaciones orales de quien nos enseña no logran que tomemos conciencia de ellos. Cuando “cruzamos manos” con un compañero, éste nos sirve de espejo. Su acción física directa sobre nuestro cuerpo nos muestra las falencias de nuestra práctica, incluso aquellas que no son notorias exteriormente. El trabajo del Tui Shou pone de manifiesto nuestras rigideces, durezas, excesos, deficiencias, desequilibrios, etc., sin lugar a dudas ni a interpretaciones ambiguas. Si, por ejemplo, cuando hago empuje de manos mi postura es inestable, también es inestable cuando practico en solitario, por muy equilibrado y armónico que me sienta.

Por otra parte, el Taijiquan es una disciplina que se debe aplicar a la vida cotidiana. Restringirla al ámbito de una clase es desperdiciar sus abundantes virtudes en vana autocomplacencia. No me refiero con esto tan sólo a que se deba practicar la forma o ejercicios de Qigong con asiduidad (lo que es bueno), ni mucho menos a la eventualidad de usar una técnica como defensa personal, si no al fin último (o quizás penúltimo) de este arte: incorporar los principios de Taiji al hacer cotidiano y fluir por la vida de un modo natural y armonioso.

Las dificultades para esto suelen hacerse notorias en el relacionamiento con los demás. O sea, sentirse armónico estando uno sólo, tranquilo y sin nadie que lo moleste es relativamente fácil, mantener ese estado al interactuar con amigos, parientes, vecinos, jefes, compañeros de trabajo, guardas y choferes, etc., sumamente difícil.

El Tui Shou nos propone un modelo de interacción “dosificada” con el otro, un intercambio establecido con pautas claras y sencillas donde comenzar a aplicar los principios de Taijiquan. Se genera, por así decirlo, una versión simplificada de las relaciones humanas donde puede verse con mayor claridad nuestras dificultades de interacción. Y repito, no hay lugar para segundas interpretaciones ni peros, lo que se muestra es porque está.

Si Ud. es de los que se sienten incómodos al practicar empuje de manos, pregúntese: ¿por qué?

Maestro Zheng Man Qing "desenraizando" a un oponente

Maestro Zheng Man Qing «desenraizando» a un oponente

¿Por qué me pone incómodo interactuar con un compañero? ¿Por qué, si me siento sumamente relajado al practicar sólo, basta que alguien se ponga frente a mí para que todo mi cuerpo se tense? ¿Por qué si siento que mi postura es firme y enraizada, cualquiera puede desequilibrarme sin dificultad? ¿Por qué una acción tan simple e inofensiva como un suave empuje (realizado por un compañero con quien tengo cierta confianza y que no pretende lastimarme) la siento como un ataque o un peligro? O a la inversa, ¿por qué alguien que parece sumamente suave y amable, al practicar Tui Shou se torna brusco y torpe y hace uso de una fuerza desmedida?

Estas son sólo algunos ejemplos de las cosas que pueden verse comúnmente en la práctica de empuje de manos. Allí suelen quedar al descubierto no sólo nuestros errores técnicos, si no también nuestras personalidades, nuestra coraza caracteriológica y nuestras “aristas internas”. El Tui Shou bien entendido puede ser una magnífica herramienta de autoconocimiento, sólo se necesita sinceridad al practicarlo y una mínima capacidad de autocrítica.

Finalmente, me permito hacer algunas recomendaciones a quienes estén comenzando a incursionar en esta maravillosa disciplina o deseen hacerlo:

  • No se preocupen por “ganar” o “perder”. Si bien el objetivo del Tui Shou es desequilibrar al contrario sin que él me desequilibre, su fin último es incorporar los principios del Taijiquan. El ansia por vencer nos aleja de ese objetivo. Recuerden, siempre es preferible ser derrotado habiendo usado una técnica correcta, que vencer usando una técnica deficiente.
  • No se desanimen si al principio son derribados fácilmente. Siempre es bueno invertir en pérdidas, osea, tratar de aprender de nuestras derrotas más que de nuestras victorias. Cada vez que mi oponente me saca de centro, me está mostrando algo a corregir, por lo que debería alegrarme.
  • Traten de trasladar lo aprendido en la práctica en solitario al Tui Shou y viceversa. Recuerden que son distintas facetas de un todo, necesariamente están integradas.
  • Cada compañero es distinto. Practiquen con todos los que puedan, sobre todo con quienes los superen en experiencia, de ellos es de quienes se aprende más.
  • Ante las dificultades que puedan surgir en la práctica, nunca busquen la responsabilidad en el otro. Si mi Taijiquan fuera perfecto tendría que poder lidiar con cualquiera sin problemas, por más bruto, grande, rápido, fuerte u obtuso que fuera, así que traten de mejorar ustedes (esto es algo que vale la pena tratar de aplicar en todos los ámbitos de la vida).
  • Por sobre todo, diviértanse. Si se preocupan se tensarán, no lo duden. Tómenlo de un modo lúdico y verán como todo fluye de una mejor forma.

Leonardo Ratto

Algunas consideraciones acerca de la estructura externa del Taijiquan

marzo 11, 2009 by

El Taijiquan es un todo armónico, y es imposible lograr un progreso sostenible dentro del mismo si no se cultivan todas sus facetas por igual.

Lamentablemente, conjugar los distintos aspectos de la práctica del Taijiquan de forma adecuada suele ser bastante dificultoso, sobretodo para los principiantes.

Si sumamos a esto, el hecho de que, dadas las características de la disciplina, el principal interés de los mismos suele ser su cualidad desestresante, calmante y meditativa (vale decir, la parte interna), es bastante habitual que el entrenamiento de su parte externa se vea relegado a un segundo plano, cuando no, ignorado.

Maestro Zheng Man Ching

Maestro Zheng Man Ching

De hecho, es relativamente común (en principiantes y no tanto) encontrarse con varios errores de concepto a este respecto, de los cuales resaltaremos dos.

El primero ocurre a los practicantes cuyo principal interés en este arte radica en su uso como herramienta «armonizadora y desestresante». Suele verse en estos casos una desatención de la estructura del cuerpo, un desentenderse de los aspectos mecánicos de las figuras en pos de lograr una mayor relajación y disfrute de la práctica.

El segundo error, muy frecuente en las personas interesadas en la parte «artística» de la disciplina y en algunos de quienes gustan de participar en competencias de formas, es el priorizar la «postura gimnástica», es decir, dar más importancia a realizar posturas bajas y movimientos armados y estéticos, que a una correcta aplicación de los principios energéticos y mecánicos.

Cualquiera de los dos casos descritos, cometen el error de no abordar correctamente el aspecto externo del Taijiquan en relación con su aspecto interno. Uno peca por falta y el otro por exceso. Trataré de explicarme mejor.

Es un gran error confundir «atención» con «tensión». La relajación es imprescindible para el desarrollo de todas las potencialidades del Taijiquan y para lograrla es necesario deshacerse de todas las tensiones del cuerpo y la mente; pero, para lograr esto, se debe atender el estado actual de la estructura corporal y del movimiento que esta realiza, con el fin de localizar dichas tensiones y disolverlas. Taijiquan es movimiento conciente por excelencia, esto no debe perderse nunca de vista.

Pero esto no implica copiar los aspectos formales de cada figura como si se tratara de una coreografía, sino de buscar mediante la correcta aplicación de las reglas generales de la mecánica y energética del Taijiquan, la comprensión de su esencia subyacente.

Por otra parte, un exceso de tensión provocado por forzar posturas y movimientos de acuerdo a criterios que no contemplan aspectos tan importantes como la relajación y la fluidez, no solo es incorrecto, también es peligroso.

Maestro Yang Zhenduo

Maestro Yang Zhenduo

El Taijiquan es una práctica que atiende cuerpo, mente y espíritu a la vez, y es necesario para que esto se cumpla, que el practicante busque comprender e integrar estos aspectos.

Así como la parte externa de esta disciplina no tiene sentido sin un adecuado trabajo de la parte interna, tampoco es pasible hablar de trabajo interno si desatendemos el entrenamiento de nuestro cuerpo físico. No hay Inn sin Yang, ni Yang sin Inn.

Sus movimientos se basan en un profundo estudio de la biomecánica y de la estructura energética del ser humano. El cuerpo tiene una forma de moverse que le es natural y que potencia la eficacia de cada acción, desatender estas reglas sólo provoca un considerable desperdicio de esfuerzo y energía. Se puede clavar un clavo con una pinza, pero es mucho mejor usar un martillo.

La correcta aplicación de lo antes dicho es lo que proporciona el marco necesario para que la relajación y el incremento del flujo de energía sean posibles.

Este es un trabajo arduo, que cada practicante debe realizar con la ayuda y guía de su instructor o maestro, sin embargo, existen algunos puntos fundamentales, comunes a todos los estilos de Taijiquan, que considero pertinente mencionar, a fin de ilustrar lo antes expuesto y, por qué no, como ayuda al principiante.

1- Pies firmes: La posición de pies puede variar entre los diferentes estilos y/o maestros de Taijiquan, así como la manera de apoyarlos en el suelo, pero una condición indispensable para un correcto enraizamiento y sostén de las técnicas es que ninguno de éstos (posición y apoyo) sean «aleatorios». ¿Qué quiero decir con esto? Se debe tener conciencia de dónde y cómo apoyo los pies, y, sobre todo, una vez que están «plantados», no deben moverse de forma involuntaria. Vale decir, no debo cambiar el apoyo, la posición o compensar de algún modo, ni levantar alguna parte del pié, sin una razón relacionada a la correcta ejecución de la técnica.

2- Rodillas alineadas: Así como los pies del practicante deben supeditarse a su control conciente, otro tanto ocurre con las rodillas. Éstas son las que permiten la transmisión del jing(1) desde los pies hacia la cadera y su posición (si bien puede variar según cada escuela) debe ser consecuente con esta función. Esto no significa que deban estar rígidas, al contrario, pero es fundamental que no queden «a su libre albedrío». Esto no solo representa un desperdicio de energía e imposibilita un correcto enraizamiento, sino que aumenta considerablemente el riesgo de lesiones.

3- Columna estirada: La posición «estándar» de la columna vertebral en el Taijiquan es recta y vertical, «como sostenido por un hilo desde la cima de la cabeza». Esta regla tiene excepciones, según los distintos movimientos, y su interpretación puede variar de un estilo a otro, pero siempre debe existir al menos una tendencia a la verticalidad. Siempre debe estar presente la idea de suspensión desde arriba. La columna debe tender a formar una línea recta, lo que supone que la cabeza no debe inclinarse, la nuca debe estirarse (alinear las vértebras cervicales) y la curvatura lumbar reducirse lo más posible. Es frecuente ver practicantes que «sacan cola» (esto suele ocurrir para compensar la falta de movilidad de la articulación coxo-femoral), lo que genera tensión en la zona lumbar y corta el flujo de energía entre la piernas y el tronco.

4- Hombros bajos: Éste es un concepto básico y conocido por cualquier practicante, pero difícil de poner en práctica. Los hombros deben estar completamente relajados y caer por su propio peso. No hay mucho más que decir.

5- Articulaciones desbloqueadas: Las articulaciones del cuerpo nunca deben trabarse o estar rígidas, esto bloquea el flujo de qi(2). En la práctica la aplicación de esto puede variar, pero la mayoría de los estilos lo traducen en nunca estirar del todo las extremidades, nunca llegar al límite posible del movimiento. Como ya dije, hay estilos que interpretan este concepto de otro modo y también pueden existir excepciones en alguna figura puntual.

6- Unidad del cuerpo: El cuerpo debe moverse como un todo armónico. A donde va una parte va el resto y ninguna parte queda atrás cuando el conjunto se mueve. Si las distintas partes actúan independientemente la energía se disipa y la técnica no cumple propósito alguno. Para evitar esto se deben tener en cuenta dos puntos: no excederse en el alcance del movimiento y referenciar el mismo en la cintura. Nuestro cuerpo tiene un rango de acción dentro del cual puede moverse de forma equilibrada y cómoda; es esencial no salirse del mismo. A su vez, el modo más sencillo de que un conjunto de partes se mueva ordenadamente es que todas las partes se subordinen a un mando central (como un ejército es comandado por su general o un equipo de fútbol por su director técnico). En nuestro cuerpo este mando está en la cintura y allí debe supeditarse el resto.

Estos seis puntos constituyen algunas de las reglas más básicas del movimiento en el Taijiquan. Existen otras que no he incluido para no excederme en esta intervención más de lo prudente y porque su explicación por escrito se tornaría muy engorrosa. Asimismo cabe aclarar que sólo he tocado aspectos externos de la práctica, quedando para otra ocasión los aspectos internos de la misma.

  • 1) Jing: Pronúnciese «ching». Suele traducirse como «energía tendinosa» o «energía tenaz», en contraposición a «Li» o fuerza muscular. Este concepto ameritaría un libro al respecto, pero a efectos prácticos diremos que es el tipo de energía que usamos para movernos en Taijiquan.
  • 2) Qi: Pronúnciese «chi». Es la palabra china que designa a la energía, o a la energía vital. Esta traducción es sumamente burda, trataré de escribir un texto más completo al respecto en el futuro.

Leonardo Ratto


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